viernes, 26 de mayo de 2017

MARIANICO, "EL CORTO".

Vivo en un estado de preocupación, con matices de sorpresa e incredulidad y cierto regusto a no entender una puta mierda.

No voy a entrar a valorar lo obvio, así que pasaremos por alto el hecho de que el gobierno está corrupto hasta los cimientos, que el partido de la mayoría ya tiene más militantes imputados que sin imputar o que cada día nos sorprende un nuevo escándalo, porque todo eso es del dominio público, y ya no va a sorprender a nadie. Quiero analizar otras cosas.

Este país no es serio, y no podemos pretender que nos tomen en serio.

Yo ya no sé si es que me he obsesionado, si es todo fruto de la casualidad y de momentos inoportunos o es que sencillamente, el señor Rajoy no da para más.

De sobra sabemos que la oratoria (si no es con un guión delante, y a veces ni por esas, "fin de la cita") no es lo suyo. No dejamos de acabar riéndonos cada vez que nuestro presidente (sic.) abre la boca. Ya son muchas veces las que nos ha zarandeado con frases como la de los vecinos y el alcalde, la de que los españoles son muy españoles y mucho españoles, la de la lluvia, que cae del cielo y nadie puede explicar muy bien por qué, la de que somos sentimientos y tenemos seres humanos o el archiconocido "viva el vino". Tampoco voy a centrarme en eso. Demasiado evidente.

Lo que de verdad me hace explotar la cabeza es cómo un presidente de un país que se hace llamar "del primer mundo" (cosa que cada día tengo menos clara) aparece en todas las fotos con cara de pasmao, de idiota o de tonto de baba directamente. Y me remito al ejemplo de ayer, sin ir más lejos. Un montón de líderes europeos atendiendo a las explicaciones de Donald Trump (un psicópata retrógrado, fascista, homófobo, xenófobo y varias cosas más, pero que no deja de ser el presidente de la primera potencia mundial) y don Mariano con la lengua fuera, como un perrito de esos que tienen las pijas.

Basta con buscar en Google imágenes "Rajoy" para ver la cantidad de veces que se le ha cogido in fraganti con ese tipo de gestos, muecas y ademanes. Llega uno a preguntarse si realmente no será que esa es su cara, que es imposible que aparente ser una persona normal y corriente.

No voy a meterme con la capacitación necesaria para ser presidente del gobierno, ni que haya que tener un cociente intelectual superior a la media para desempeñar dicha función. Simplemente me pregunto, ¿realmente este señor es lo mejor a lo que podemos aspirar para dirigir el país? ¿Cómo de malas son las demás opciones para que un retrasado mental (con todos mis respetos para la gente con síndrome de Down, que no es a la que estoy haciendo referencia) ostente el poder?

Porque me preocupa. Nadie en su sano juicio pondría al tonto del pueblo como líder de su banda, pero en España se ve que somos muy de la broma, y aquí sí, aquí le damos el poder sobre nuestro ejército, nuestra sanidad, nuestro dinero, nuestra educación, etc. al ser más obscenamente incapacitado para hilar cuatro frases seguidas. Atendiendo únicamente a las fotos, se podría decir que no es siquiera capaz de no orinarse encima.

En fin, solo pido que alguien me lo explique porque por más que lo he intentado, no alcanzo a comprenderlo.

Como dijeran los Def Con Dos (gracias, Strawberry), bienvenidos a Ultramemia.

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